1.7.07
LOS CUENTOS DE EVA LUNA ISABEL ALLENDE
25: Librodot Cuentos de Eva Luna Isabel Allende 25 subieron a los caballos y echaron a andar. Hermelinda hizo una vaga señal de despedida a sus desolados admiradores y siguió a Pablo, el asturiano, por las llanuras peladas, sin mirar hacia atrás. Nunca más regresó. Fue tanta la consternación provocada por la partida de Hermelinda, que para divertir a sus trabajadores la Compañía Ganadera instaló columpios, compró dardos y flechas para tiro al blanco e hizo traer de Londres un enorme sapo de loza pintada con la boca abierta, para que los peones afinaran la puntería lanzándole monedas; pero ante la indiferencia general, estos juguetes acabaron decorando la terraza de la gerencia, donde los ingleses aún los usan para combatir el tedio al atardecer. 25 Librodot
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1 comentario:
Un fragmento soberbio, me encanta como escribe Isabel Allende. Quizás algún día la llegue a la suela d elos zapatos.
Un saludo,
Pedro.
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